Iguales pero distintos

In Temas de interés by Marta CuevasDejar un comentario

«Cuando el machismo y el feminismo se unen nace el igualismo». Más allá de mensajes publicitarios,este anuncio ha sido el detonante de este post de hoy.
Actualmente se defiende mucho la igualdad entre hombre y mujer y estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en que somos iguales en dignidad y en que nadie debe ser denigrado por ser hombre o mujer. Pero esta igualdad en dignidad humana entre hombre y mujer no significa igualdad en su psicología, en su forma de actuar, en sus habilidades particulares y en otra muchas cosas. 
Ha habido mucho tiempo de lucha por igualar los derechos de la mujer a los del hombre, como el derecho a voto. Esto me parece muy bien, ya que efectivamente la mujer no es menos que el hombre. No es menos que el hombre, pero no es igual que él. Hemos sido creados hombres y mujeres y como tales, distintos y complementarios.El hombre da seguridad, es fuerte. La mujer proporciona ternura, es delicada, intuitiva. Estas diferencias,que son sólo un botón de muestra, no son malas,si no todo lo contrario: enriquecen las relaciones.
Ahora se quiere atribuir a la feminidad cosas que no le son propias. «La liberación de la mujer»,»la mujer independiente», «la mujer tigresa»…todo esto, mal entendido, resta feminidad a la mujer. Si la mujer no dá el toque femenino a las cosas,¿ quien lo dará? Hay mujeres que se sienten acomplejadas e intentar parecerse a los hombres. La publicidad a veces también juega ese papel de masculinizar a la mujer.
Y yo digo: ¡no! Defendamos la feminidad, que no el feminismo exacerbando. Seamos femeninas en nuestra forma de vestir, de movernos, de actuar…igual que los hombres deben ser hombres de verdad,varones que respetan a las mujeres, que dan seguridad, caballeros en una palabra. La única forma de encontrarse es siendo cada uno lo que es: la mujer, mujer y el hombre, hombre.Y de verdad. No hay nada más atractivo para un hombre que una mujer femenina, realmente mujer. La mujeres tenemos que sentirnos muy orgullosas de serlo, y lucir nuestra feminidad no de manera fácil y vulgar, si no con los encantos propios de nuestra naturaleza, que es lo que atrae a los hombres. Ser mujer, madre, esposa…es  maravilloso para una mujer.
Muchas veces nos quejamos de cómo se usa a la mujer, de «la mujer objeto». Yo os propongo reconquistar la figura de la mujer siendo muy femeninas. Ponerse guapas de verdad, que guste mirarnos a los ojos, ser detallistas, tener  coquetería, ser discretas, hablar con finura, tener esa intuición y perspicacia femenina… Ese sí que es el verdadero feminismo. Las mujeres tenemos un gran papel en la sociedad y sólo siendo realmente muy mujeres lograremos llevarlo a cabo.

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